jueves, 18 de febrero de 2016

Barbos a mosca, el Bonefish español (2ª parte)

Como comentamos en el anterior articulo, en este abordaremos la pesca del barbo a mosca en embalses y masas de aguas quietas, siendo esta un tanto mas complicada debido a la mayor visibilidad del pez hacia nosotros y su desconfiada manera de ser.
Podéis encontrar la primera parte pinchando aqui.

A estudiar entornos otra vez.

En los embalses, nuestro sigilo debe ser mayor que en el río, pues no contamos con el ruido que hace las corrientes de agua. Buscaremos zonas con playas de poca profundidad, donde estén ninfeando por las
Es toda una experiencia pescarlos a mosca.
orillas o a la espera que caiga algún pequeño insecto. En zonas con piedras estarán un poco mas alejados de las orillas, centrados en las pequeñas larvas que habitan bajo las piedras, por lo que sera frecuente ver solo las colas con la cabeza en el fondo. Las batallas que nos presentara aquí el pez dependerán sobretodo del lecho que haya en el pantano, si es rocoso se afanaran en restregarse por el fondo para deshacerse del anzuelo, si es arcilloso o con suelos de piedras pequeñas o grava, nadarán hasta buscar obstáculos mas grandes donde esconderse, dándose casos en que salten fuera del agua en un intento de soltarse de la imitación. Viendo el fondo del pantano sabremos que diámetro poner en nuestro terminal para evitar perder peces.

Equipos, tácticas y moscas.

Fijemonos bien en lo que ocurre en la superficie.
En aguas quietas no contamos con la ayuda del jaleo que hace el agua en movimiento, así que nuestras posadas deben de ser finísimas para no espantar al pez. Aquí ya debemos de bajar nuestro terminal a diámetros exagerados, llegando a pescarlos, cuando estén muy recelosos, hasta con lineas de 0,18, recomiendo siempre el fluorocarbono, pues aunque sea un pantano con condiciones perfectas para nosotros tanto como lechos como obstáculos, la reacción del pez siempre será la de frotarse con todo lo que pille. Alargaremos los bajos, separación del pez hasta la punta de la linea mosqueta mínimo metro y medio en condiciones favorables(un poco de viento que mueva la superficie del agua) hasta 4 en condiciones de calma total del agua. Sera bastante difícil sacar la linea con tanto bajo, pero nos asombrara la confianza con la que el pez tomara la imitación, pues no desconfiara en absoluto al no oír ruidos cerca de la mosca. En cuanto caña y carrete, en pantano mas que caña necesitamos linea y reserva, puesto que como bajamos mas los terminales no podremos frenar tan en seco al pez como en el río, y este nos sacara mas de una vez la linea de reserva e incluso llegar al bacling. Cañas a partir de linea 7 hasta 9, según condiciones meteorológicas y tamaño de los barbos, los carretes bien engrasados y libres de nudos para evitar que se bloquee la salida y que nos partan linea. Freno mas pronto flojo, pues al clavar el mismo pez nos dirá que intenciones lleva, o darnos poca batalla rodando por el sitio de la clavada o dándose una carrera de infarto hacia la mitad del pantano. En ambos casos, la diversión esta asegurada.
Visto el equipo que vamos a llevar, pasamos a las imitaciones. En el pantano, al igual que en los ríos, intentaremos dar caza a los pequeños insectos que allí habitan y son la dieta del barbo, tanto acuáticos como terrestres. Una mosca todo-terreno que nos servirá durante todo el año es la chernobyl ant, y en septiembre, con las primeras tormentas nos funcionarán perfectamente las imitaciones de hormiga alada, pudiendo pescar barbos hasta finales de octubre con esta imitación. Mientras tanto, el siempre bienvenido escarabajo de foam, imitaciones de mariquitas y cualquier bicho que vuele y pueda caer al agua. En cuanto a bichos acuáticos, larvas, ninfas, cangrejos e incluso algún pececillo que otro de epoxi, siempre montados en anzuelos pequeños (a partir del 16 hacia arriba) para no asustar al pez, pues como vea alguna imitación mas grande que el tamaño de lo que coman por allí, saldrán zumbando dejándonos plantados en el mismo sitio.

Batalla y suelta.

Estos torpedos nos darán buenas batallas.
El pantano nos ofrece, al contrario que el río, un escenario muchísimo mas amplio para que nuestro amigo nos de una buena batalla a base de carreras y de sacarnos linea de nuestros carretes. Al llevar bajos mas débiles deberemos de darle mas linea al pez, no frenarlo bruscamente o querer sacarlo demasiado deprisa, pues le daremos demasiada tensión a la linea y partiremos bajos. Disfrutarlo bien disfrutado, tener en cuenta la carrera de reserva que seguramente nos reserve y a la sacadera. El pantano tiene un inconveniente al río según la estación en la que estemos pescando, ya que no disponemos de una corriente de agua fresca para oxigenar al pez, sobretodo si le damos caza en los meses mas cálidos, si lo orillamos y lo dejamos mucho tiempo en ma misma orilla, este agua esta mas caliente y por lo tanto mas pobre en oxigeno. Es en esta situación donde si debemos apresurarnos en reflejar nuestro trofeo lo antes posible, y soltarlo bien pronto para que recupere fuerzas en aguas mas profundas y frescas. Vuelvo a recalcar el uso de la sacadera y el anzuelo sin muerte. Respeto hacia el pez siempre.

Últimos apuntes y a estirar lineas.

Siempre hay que usar el equipo adecuado.
En pantano debemos tener en cuenta factores como el clima y el terreno, tanto como para el pez como para nosotros. El barbo no tiene horas del día para mostrarse mas o menos activo, rondara por el agua cuando le venga en gana, o bien pasamos un día porrero durante todo el día un ver ni uno y por la tarde hierve el agua, o bien nos hinchamos por la mañana y por la tarde se los traga el pantano.... aquí es donde deberemos acoplarnos nosotros, sobretodo a la hora de elegir nuestros bártulos y ropa, pues si tenemos que pescarlos al mediodía, con un calor castigante, con mas trastos encima que un militar, y le sumamos un pantano que parezca un secarral(mayoritariamente sus escenarios preferidos), el resultado puede ser un bonito golpe de calor que nos haga dejar la caña por una buena temporada. Buenas botas y no tener miedo a mojarnos, pues algunas playas de los pantanos nos obligarán a meternos agua por las rodillas para lanzar a los barbos que estén por dichos bajios. Estos momentos nos recordaran, o bien por haberlo visto o bien vivido, esos bajios del caribe donde se tienta al bonefish, y lo cambiaremos por nuestro autóctono pez, viendo su gran similitud tanto de pesca, batalla y escenarios. Dejaremos que nos envuelva esa magia y, recordemos, el pez que soltemos hoy nos hará pescar mañana. Buena suerte y captura y suelta siempre.


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